martes, 27 de abril de 2010




Don Tenorio mira estupefacto la brutalidad de los niños, sus berrinches hipócritas y sus juegos ridículos.

Su bigote en zigzag se eriza al igual que sus pestañas. Su cabello se vuelve una sola masa plástica y lineas negras se dibujan alrededor de su rostro.

En un momento de memoria ejemplar Don Tenorio recuerda un tema famoso en su juventud y tararea toda la tarde su letra: 'he creado un monstruo, un perverso demonio, que se rebela con sus siete cabezas'

Mientras tanto los niños se recuestan a dormir en sus lechos, cubiertos por plumas de ganso, pensando que a este mar de estupidez no le conviene para nada aquellos espías secretos de países del norte, buscando como alimentar su odio para mover su maquinaria asesina. La única forma de que se retiren en sus buques celestes es ignorandolos, haciendoles creer que son importantes, que su trabajo de medio pelo sirve para algo, que sus copias facsimiles de portadas populares del Cañonazo Bailable Vol. 8 son algo útil para este mundo.

Durante el sueño de los niños, las niñas se retiran a inhalar toxicidades. Corre el rumor de que respirar del tubo de escape de autos de cierto modelo, de cierto año, hace explotar todos los sentimientos que tienen represados en esos cerebros infantiles. Con ánimos alegres ponen sus bocas en los tubos metalicos y aspiran profundamente. Sus cerebros estallan por un instante y flotan en el cielo con risotadas alegres, con sus bocas apestando al dioxido de carbono mezclado con diesel carcajean felices. 33 segundos después caen al piso y despiertan del vuelo. Recuerdan que por mas que inhalen todo el humo que quieran, seguiran comiendo cerdo crudo a diario, continuarán atadas a esa cadena de mascota de patio, bebiendo esas compotas horribles de frutos del bosque, anhelando escapar de su suerte pero pretendiendo ser felices con sus vidas, aunque odien su presente.

Y así Don Tenorio continúa petrificado, estupefacto ante las decisiones de los niños, esperando su bigote retome sus ondulaciones normales, sus pestañas abandonen los angulos rectos y su pelo vuelva a ser peinable en algun momento.

Una vez que retorna a la normalidad, lo único que Don Tenorio no puede olvidar, es aquella tonada rondando en su cabeza "he creado un monstruo, un perverso demonio, que se rebela con sus siete cabezas"






2 comentarios:

Anónimo dijo...

' :o( '

VELARIÁ (Luis Patricio Vela Arias) dijo...

DON tENORIO PARAECIERA QUE NO CONOCE A MAUPPASANT SINO LLORARIA CON ELLOS Y LOS CONSOLARIA.